En muchos casos existen indicios de que los deudores continúan desarrollando diferentes actividades empresariales y profesionales, por lo que disponen de medios económicos suficientes para hacerse cargo de las deudas adquiridas.
Normalmente los deudores ocultan su identidad y no aparecen en ningún tipo de registro. Los deudores desaparecidos o de los cuales se desconoce su paradero o domicilio, son un gran problema para el cobro de impagos ya que se desconoce a dónde enviar las notificaciones o citaciones judiciales.
Resulta complicado para los acreedores el poder recuperar la deuda sin conocer el paradero del deudor para poderle notificar al domicilio correcto donde realmente reside, por lo tanto este es un dato imprescindible para iniciar una reclamación de cantidad.
Contratar los servicios de un detective privado para una búsqueda y localización de deudores es esencial, encargándose de manera fehaciente de comprobar los datos de la persona investigada, trazando un plan de acción sirviéndose de los datos facilitados por el cliente y haciendo uso de sus habilidades, conocimientos y técnicas, así el papel del detective privado es clave en este tipo de servicio.
El detective privado conocerá la realidad del deudor, conocer la situación económica real que tiene, su nivel de vida, vehículos, si dispone de propiedades ocultas, etc.
Todo ello (entre otros indicios), van a permitir conocer el poder adquisitivo real del deudor y poder utilizar dicha información, si fuese necesario, para realizar una notificación judicial, siendo posible agilizar la recuperación del dinero impagado, o en caso de demanda judicial, aportar pruebas legales ante los juzgados correspondientes, y poder ejercitar las acciones legales pertinentes.