Tanto la simulación de un robo en domicilio, como la simulación de lesiones ocasionadas por un supuesto accidente de tráfico son los fraudes más frecuentes en España, siendo estas últimas las más comunes (alrededor de un 70 %) entre los asegurados con pólizas a terceros que aprovechan para incorporar daños anteriores a sus vehículos.
Tal y como indica el artículo 248 del Código Penal, se establecen penas de entre seis meses y tres años de prisión según el importe defraudado, dato que dichos defraudadores desconocen o asumen dicho riesgo por diversos motivos o necesidades.
Podemos estimar alrededor de 350.000 casos de fraude al año en el sector de aseguradoras, aunque debido a su dificultad para detectarlo es muy posible que pueda verse duplicada sin problema.